lunes, 3 de diciembre de 2012

CUATRO PATAS PARA UN BANCO

Tradicionalmente, en los comentarios que se realizan en los corrillos de la gente del baloncesto, se oye despotricar contra otros elementos. Si estas en una conversación de jugadores, los dardos van hacia entrenadores y clubes. Si hablas con entrenadores, son los jugadores, padres y clubes son los elegidos de sus criticas. Los padres se centran mas en entrenadores y clubes y si hablamos con responsables de clubes, hay para todos.

Ultimamente, si consultas foros o incluso algún articulo en paginas de baloncesto y de algunos clubes, se han incluido artículos recriminando la actitud de algunos de estos cuatro agentes del baloncesto (JUGADOR, PADRES, CLUBES o ENTRENADORES). No hablamos de baloncesto de élite. Hablamos de baloncesto de formación. Mas que eso, hablamos de baloncesto de formación de personas. Nos referimos a aquellos jugadores que no van a llegar a ganarse la vida con esto del baloncesto, que nunca
 llegaran a jugar en una ACB o LEB. 

Tal vez, hemos llegado a un punto, en que cada uno defiende su punto de vista, pero no se para a pensar que pueden opinar o pensar los otros. Tal vez nos falte esa empatía con el resto de los agentes para entender realmente que es lo que quieren cada uno de ellos y en que nos podemos beneficiar todos. En este articulo solo pretendo ponerme en la piel de cada uno y pensar o intentar pensar lo que cada uno de ellos piensa.

Empezamos por el que tal vez, sea el principal agente, EL JUGADOR. Esta claro que esto es un juego y sin jugadores no hay nada mas. El niño, cuando empieza a jugar al baloncesto, es por que le gusta el juego que esta viendo y quiere aprender mas de el y quiere jugar mas. Para ello, convence a su PADRE, para que le deje apuntarse en el equipo de su COLEGIO o en algún CLUB donde poder empezar a entrenar e intentar mejorar. Cuando es pequeño, benjamín, alevín e incluso infantil, el juego es divertido, ya que aprende cosas nuevas y juega en todos lo partidos, las reglas de juego, obligan que jueguen varios periodos obligatoriamente. Todos lo acepta. El problema viene cuando pasas a una categoría (cadete, júnior) donde no es obligatorio que jueguen todos los jugadores. El ENTRENADOR reparte los minutos de juego conforme el cree conveniente. El problema esta con aquellos que juegan menos. La mayoría de las veces el JUGADOR empieza a pensar que el ENTRENADOR no es justo con el, que no le da los minutos que se merece. El jugador quiere jugar y se esfuerza para ello. Si no juega, ya no se divierte. ¿Hay que regalarle un mínimo de minutos de juego? ¿Debe esforzarse mas para conseguir esos minutos? ¿Si no lo consigue, que hacer? ¿Buscar otro equipo donde tenga esos minutos? Mi opinión, el JUGADOR, debe jugar. Jugar los minutos que se merece. Si  en ese equipo no puedes jugar por que el nivel del JUGADOR es inferior, tal vez haya que cambiar de equipo.

Los PADRES. han sido los primeros que hemos nombrado cuando hemos analizado al JUGADOR. Si, cuando el niño quiere jugar al baloncesto, habla con su padre para que lo apunte al equipo del COLEGIO o CLUB. La decisión es del PADRE. El es el que debe decidir, junto con su hijo en que COLEGIO o CLUB lo hace. Depende de muchas circunstancias, cercanía, conocimiento del club, objetivos del club. Ya decidido el CLUB, hay que apuntarlo y algo principal, pagar las cuotas para que juegue. Si, por que esto hace mucho tiempo que no es gratis. Los padres tienen que soportar cuotas de 35 a 60 euros mensuales, para que su hijo/a practiquen el baloncesto. Además de la cuota mensual, para los PADRES se convierten en varias obligaciones mas. El tener que llevar y traer a sus hijos de los entrenamientos. Los partidos de la semana. Si juegan en ALICANTE bien, no hay que desplazarse mucho. Pero si tienen que viajar a otra localidad o a la provincia de CASTELLON o VALENCIA, ya es pasar casi todo el día fuera, para llevar al niño. Cuando no hay que hacer otras labores, como DELEGADO del equipo, llevar a otros niños, o incluso comprar agua para el equipo, llevar un botiquín, o llevar a un lesionado al HOSPITAL. Todo lo aceptan de buen grado. Se hacen su pandilla con otros padres con los que acaban uniéndoles una amistad duradera. Todo ello esta muy bien, mientras el niño juega. Pero, ¿que pasa cuando el niño deja de jugar minutos? Dejemos de lado si es culpa del entrenador, del club, de sus compañeros. El hecho es que el niño ha pasado a ser el jugador once o doce del equipo. A veces juega algún minuto y la mayoría de las veces no juega. ¿Merece la pena el esfuerzo que realiza el padre, para que al final, no juegue el niño? El realiza un esfuerzo económico y de disponibilidad de tiempo. Todo lo hace para que su hijo juegue y este contento (dejemos de lado a los padres forofos, son los menos) y ya no juega en este equipo. ¿Que debo hacer como padre? ¿Que se dedique a otra cosa? Ya hemos hablado de esforzarse mas, también con el entrenador y con el club, pero no hay mas minutos de juego. ¿El niño quiere jugar? Mi opinión, buscar un equipo donde tenga esos minutos de juego. Hay que abandonar amigos hechos, pero sera preferible que el niño siga haciendo deporte.

Vamos con el tercero. Los CLUBES o los COLEGIOS. Esas asociaciones que organizan equipos para que nuestros hijos jueguen a este deporte. A los que tenemos que pagar las cuotas para que los niños jueguen en sus equipos. La verdad, es que hacen maravillas con las cuotas, por que con lo que se paga y con lo que cuesta todo, no se de donde sacan el dinero para no tener números rojos. Los CLUBES, ademas de por amor al deporte, tienen siempre dos objetivos. Primero, conseguir el dinero suficiente para poder mantener todos los equipos y realizar mas actividades. Segundo, llegar lo mas lejos posible en todas las competiciones, hacer mas grande deportivamente al club. Para ello, quieren tener a los mejores jugadores posibles, para tener mejores equipos. Pero también quieren tener al máximo numero de jugadores posibles, para poder recaudar mas cuotas y poder mantener a mas equipos y a mas personal. Para ello, los JUGADORES y sus PADRES, deben estar contentos con el CLUB. Si no lo están, dejan los equipos y dejan de pagar sus cuotas. Por tanto, para los CLUBES es importante estos jugadores. Solución, por supuesto, hablar claro con JUGADOR y PADRE e informarle de cual es el mejor equipo de su CLUB para el chico, donde dispondrá de minutos suficientes para jugar. Por que, en definitiva, es lo que quiere el JUGADOR, jugar.

Llegamos a la ultima pata del banco. El ENTRENADOR. Ese ser, que para muchos es el que tiene toda la culpa de que los JUGADORES no jueguen o lo hagan mal. Además, para muchos CLUBES cobran demasiado para lo que hacen. El ENTRENADOR, que pasa las horas con el JUGADOR, que es el que mejor lo conoce dentro del juego, sabe de sus virtudes, posibilidades y defectos. El objetivo del ENTRENADOR, es mejorar a los JUGADORES y sacar partido a sus virtudes para hacer mejor al equipo del CLUB. El no ha elegido en la mayoría de las ocasiones a los JUGADORES, pero es el responsable de todo lo que ocurra en la cancha de juego. Reparte los minutos de juego como el considera conveniente, en base a la calidad de los jugadores (dejamos de lado aspectos de disciplina y asistencia). Tiene jugadores que juegan menos o no juegan. Pero seamos claros. Ningún ENTRENADOR, en circunstancias normales, deja sin jugar o con pocos minutos a un buen JUGADOR. Esta claro que si no lo saca, es porque considera que no tiene el nivel suficiente. El problema es que si no juega, es posible que deje el equipo. Solución. Difícil para el ENTRENADOR. Este no debe regalar minutos. La solución debe venir al principio de la temporada y colocar al jugador en un equipo que juegue un mínimo de minutos.

En definitiva, el objetivo del articulo es simplemente ponernos en la piel de cada una de las cuatro patas de este banco, que es el día a día del baloncesto de formacion. JUGADOR-PADRES-CLUBES-ENTRENADORES. Ni son tan malos, ni tienen la verdad absoluta. Tal vez, deberíamos intentar comprender lo que quiere cada uno de ellos y buscar lo mejor para el actor principal, el JUGADOR.

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