El Pleno del Ayuntamiento de Alicante, reunido este jueves, ha
aprobado por unanimidad conceder la distinción de Hijo Predilecto de la ciudad
de Alicante a título póstumo al entrenador de baloncesto, Pedro Ferrándiz, por
su trayectoria profesional.
El acuerdo da trámite al expediente abierto en sesión plenaria el
pasado 28 de julio para la concesión de esta distinción, al que se han adherido
y presentado documentación distintas entidades como la Fundación Lucentum
Baloncesto Alicante, el Club de Fútbol Intercity, el Hércules de Alicante Club
de Fútbol SAD, la Fundación Balonmano Agustinos Alicante y la Asociación de
Jugadores de Baloncesto del Real Madrid.
El acuerdo recoge íntegramente el texto de la moción, suscrito por
todos los grupos políticos municipales, y aprobado por el Pleno de la
Corporación la siguiente semblanza biográfica: “El alicantino Pedro Ferrándiz,
fue uno de los entrenadores españoles de baloncesto de los años 60 y 70 más
laureados, miembro del Hall of Fame y una de las figuras más destacadas del
baloncesto español. Tuvo una dilatada y exitosa carrera en el Real Madrid,
entrenando también a la Selección española.
Pedro nació en Alicante el 20 de noviembre de 1928 y siendo entrenador
del Real Madrid llegó a conseguir nada menos que 12 Ligas Españolas, 11 Copas
de España y 4 Copas de Europa, poseyendo el récord de ser el entrenador que ha
conseguido más Ligas españolas y más Copas de España. Por si ello fuese poco,
fue siete veces campeón del Torneo de Navidad y tres veces subcampeón de
Europa.
Pedro además fue el entrenador Nacional de Baloncesto Nº1 en su
promoción en el año 1951 y el primer profesor de Baloncesto del Instituto
Nacional de Educación Física (INEF), así como el fundador y primer Presidente
de la Asociación Mundial de Entrenadores de Baloncesto. Fue autor de la
"autocanasta", que obligó a la FIBA a cambiar un artículo del Reglamento.
En marzo de 2007 fue elegido para figurar en el Naismith Memorial
Basketball Hall of Fame, el Salón de la Fama del Baloncesto sito en
Springfield, Estados Unidos. En septiembre de 2009 fue elegido para figurar en
el Salón de la Fama de la FIBA, sito en Alcobendas, Madrid.
Como no podía ser de otra manera, en enero de 2014, el pabellón
polideportivo de Alicante conocido hasta entonces únicamente como Centro de
Tecnificación, donde juega el Lucentum Alicante, pasó a llamarse Pabellón Pedro
Ferrándiz en su honor por ser el único alicantino en el Salón de la Fama del
Baloncesto, y uno de los dos únicos españoles, junto a Antonio Díaz-Miguel.
El 27 de febrero de 2017 fue nombrado socio de honor del Real Madrid
Club de Fútbol, la más alta distinción entregada por el club a un aficionado
por su labor para con el club durante su trayectoria y en octubre de 2021 fue
incluido como entrenador en el Hall of Fame del Baloncesto Español en la
promoción de 2019.
Por desgracia, y como todos sabemos, Pedro falleció el pasado 7 de
julio, a sus 93 años de edad, en su ciudad natal, en Alicante. Con él, se va
una figura indispensable, sin la que nada de lo que es hoy el baloncesto
español se entendería. Un "revolucionario" de humildes orígenes que
se inventó a sí mismo y que convirtió al Real Madrid en un equipo de leyenda.
Pedro cambió para siempre la historia de la canasta nacional. Pedro se
caracterizaba como entrenador por aplicar disciplina, pero basándose siempre en
la entrega y el compromiso. Sin saber inglés se aventuró a EEUU en busca de
americanos que transformaron para siempre, no sólo su equipo, incluso el
baloncesto español. En 1961, en Filadelfia, robó a Hightower, «la primera
superestrella americana que llegó a Europa», a los Globetrotters. Un año
después, encontró a Clifford Luyk en Nueva York... Acudió a Minnesota en 1967 y
se trajo a un tímido rubio que al principio no las metía, leyenda blanca
después, Wayne Brabender.
Más allá de los vestuarios, Pedro, en lo personal, era extraordinario.
Logró hacer una familia en el Real Madrid que entrenaba, invitando a los
jugadores a comer y a disfrutar de su propia casa. Para él, “en el Madrid no
existe nada que no sea vencer y ganar títulos. Todo lo demás es secundario. Ya
puedes jugar como los ángeles, pero si no ganas…”, esa frase definía su
espíritu ganador.
Pedro posee una enorme lista de distinciones tanto deportivas como
civiles, además de su dilatada y exitosa trayectoria deportiva, y por todo
ello, el Ayuntamiento de Alicante quiere otorgarle, por ser más que merecido, a
título póstumo, la distinción de Hijo Predilecto de Alicante, y por reunir,
sobremanera, los requisitos establecidos en el Reglamento de Honores y
Distinciones del Ayuntamiento de Alicante por haber influido, con su vida
profesional, social y personal de forma notable, a prestigiar, enaltecer e
incrementar los valores de la ciudad de Alicante.”
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