La jugadora de Novelda, procedente del BF San Blas, será la novena
pieza de la plantilla alicantina. Su entrenador, José Antonio Sánchez, destaca
de ella que es "una buena pasadora" y que "entiende muy bien el
baloncesto".
La Fundación Lucentum sénior A femenina continúa ampliando su
plantilla de cara a la temporada 2018-2019. Adela Morales será la novena
jugadora del equipo lucentino tras los
fichajes de Lucía Gómez, María González y Laura González, y las renovaciones de
Ángela Mataix, Noelia Sánchez, Laura Gil, Sonia Bordera y María Sobrino.
La pívot de Novelda, de 28 años y 188 centímetros, se formó en el CB
Jorge Juan para posteriormente recalar en el BF San Blas, donde militó las
últimas campañas. Se trata de una jugadora
interior grande, con mucha experiencia en la Liga, de la que su entrenador y
coordinador de la base, José Antonio Sánchez, espera “mucho” dentro y fuera de
la pista. “Confiamos en ver su mejor versión este año, después de una temporada
complicada por las lesiones”, señaló el que será su técnico quien recuerda:
“Lleva muchas campañas jugando a un buen nivel en Nacional y destaca por ser
una gran pasadora tanto desde poste alto como desde poste bajo”. Asimismo,
Sánchez destaca su lectura del juego y la importancia que tendrá en el equipo.
“Entiende muy bien el baloncesto y esperamos que sea una pieza importante en
nuestro esquema de juego”.
QUE poco agradecida que es la gente. Primero Lucía y ahora esta. Bueno, todo quedara en orden en la cancha. San Blas siempre!!!
ResponderEliminar¿Son las jugadoras las que deben agradecer a los clubes? ¿....Y ahora esta? ¿Todo quedará en orden? ¿Hablamos de personas y un deporte con valores o una pelea entre bandas? Madredelamorhermoso !!!Que nivel!!!A veces dudo si los chavales deben jugar al baloncesto en Alicante.
EliminarY tanto que "san Blas siempre", vosotros mismos os retratais.
ResponderEliminarY aún más faltando al respeto públicamente a jugadoras.
Muy bonito.
Por cierto, os está quedando un cortijo la mar de majo.
"Y ahora esta".
ResponderEliminarCuanta clase y elegancia.
Menos mal que no "se acababa el mundo".