El Club Baloncesto Zamora continúa asentando la base de su proyecto a
partir de las renovaciones. La última hasta el momento es la renovación
del pívot Christopher Iza (1995), un
jugador más que conocido por la afición zamorana que ha visto su evolución a lo
largo de los años y que temporada a temporada da un paso más en su nivel de
juego.
Jugador zurdo, con recursos al poste y muy rápido y ágil a pesar de
sus 210 centímetros de altura. Un jugador especialmente defensivo por su tamaño
y envergadura, capaz de influir en las decisiones ofensivas del rival, asegurar
el rebote defensivo y distribuir el juego desde el poste alto.
Iza aporta centímetros de calidad cerca del aro, siendo unos de los
techos de la categoría nacional y de los pocos jugadores españoles en LEB Plata
que superen los 2,05 centímetros. Esta renovación llega tras una temporada de
altibajos, en la que logró asentarse como uno de los referentes en el equipo
durante gran parte de la temporada, y que ha demostrado ser capaz incluso de
aparecer en los quintetos ideales de la jornada.
Nacido en Aspe, Alicante, comenzó a jugar desde los 11 años llamando
la atención por su altura, lo que llamó la atención del club Alicantino más
importante. Tras sólo dos años jugando al baloncesto fue fichado por el
Lucentum Alicante, dónde mejoró de forma exponencial llevándole a disputar su
primer año de cadete en el FIAT Mutua Joventut de Badalona. Posteriormente
formó parte del cadete B de la «Penya» y al año siguiente fichó por el Cajasol
de Sevilla dónde continuó su formación durante dos años más. Finalmente se
desplazó hasta Valladolid, para continuar su trayectoria el Blancos de Rueda
Valladolid, situación que terminó con el prometedor pívot en el proyecto zamorano
con tan solo 17 años y dónde se ha mantenido las últimas temporadas con una
proyección que continúa creciendo y llamando la atención de clubes de
categorías superiores.
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